¿Qué relación tengo actualmente con mi jefe/a?
Hoy en día es normal cuestionarnos la visión que tenemos acerca de las relaciones que establecemos, específicamente aquellas relacionadas a nuestro trabajo. ¿Te has preguntado cuál es tu responsabilidad en la forma en la que te relacionas con tus jefes directos? Si es así, este artículo es para ti.
Sin duda, queremos tener relaciones saludables en el trabajo y una relación positiva con nuestros jefes y compañeros es clave, sin embargo, ¿lograrlo será 100% responsabilidad de la empresa y de los demás o podemos involucrarnos activamente en conseguirlo?
Relación patronal
De acuerdo con el marco legal del que estas relaciones se desprenden, la “relación patronal” inicia cuando firmamos un contrato. La LFT en México nos indica a qué estamos obligados siendo trabajador o trabajadora; algunos de estos puntos son los siguientes:
- Asistir puntualmente a tu trabajo.
- Desempeñar con cuidado y dedicación las labores que te han sido encomendadas, en la forma, tiempo y lugar convenidos.
- Desempeñar el servicio bajo las instrucciones del patrón o jefe inmediato.
- Conservar en buen estado las herramientas que le proporcione el patrón.
Si cada uno de nosotros se mantuviera apegado de forma estricta a estas sencillas pero dictatoriales instrucciones, posiblemente las relaciones laborales con nuestros jefes directos no tendrían conflictos. Sin embargo, es importante recordar que somos personas, y por lo tanto, nuestras relaciones no dependen de manuales e instrucciones para su buen funcionamiento, es fundamental poner sobre la mesa nuestras emociones y sus zozobras.
Tips que te recomendamos
Después de haber escuchado a muchos líderes hablar acerca de las cualidades de los colaboradores que más aprecian y que han dejado huella en sus empresas, te compartimos los siguientes tips si quieres mejorar la relación que tienes actualmente con tu jefe:
- Conoce los retos en los que debes trabajar: Pregunta cuáles son los retos que tienes que cumplir, es más fácil superar expectativas cuando tienes clara la meta.
- Involúcrate en la visión de la compañía: no es necesario que la memorices y la cantes todos los días, no se trata de eso, pero escúchala y visualiza si eres afín, ¿es algo que te interesa a ti también de manera personal? ¿sientes alguna emoción al imaginarte siendo partícipe de esa visión? Si la respuesta es no, tal vez no estás en el trabajo adecuado para ti.
- Ofrece y pide feedback asertivo: todos necesitamos en algún momento escuchar la visión externa y conocer en que podemos mejorar ¿que cosas estamos haciendo bien?. Este ejercicio no es exclusivo del jefe hacia el colaborador, recuerda que no solo eres un receptáculo, es mucho más enriquecedor cuando de una forma asertiva puedes compartir áreas de mejora a tu jefe directo, esto hará que funcione mejor el esfuerzo que hace hacia el equipo completo.
- Aporta ideas de mejora y hazte cargo de que sucedan: lleva tu idea a los oídos correctos para hacerla realidad, sé creativo y ayuda a tu equipo.
- Pregunta cuando tengas una duda: A muchos nos aterra preguntar pero recuerda que no hay preguntas tontas, lo más tonto es quedarte con dudas que más adelante puedan poner en riesgo el trabajo de todo el equipo.
- Conoce tus límites emocionales: hazle saber a tu jefe de forma asertiva cuando estos límites están siendo cruzados por las prácticas de la empresa.
La mayoría de los conflictos laborales provienen de conflictos interpersonales que no se resolvieron en el momento preciso con una conversación constructiva. Las organizaciones evolutivas son aquellas que aprovechan el conflicto y lo convierten en una oportunidad para fortalecer sus vínculos. Mejorar las relaciones laborales, específicamente con tu jefe directo te ayudará a mejorar tu ambiente laboral y el del resto del equipo.
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