08 de marzo, en nuestro país, hay empresas que todavía lo festejan, si con ánimos de celebración, regalan flores y lo hacen con una buena intención, quizá porque no conocen las necesidades de una población que en ocasiones aun siendo “la mayoría” de su plantilla sigue siendo ignorada, porque no está representada o no es escuchada en la mesa donde se toman las decisiones.
También es un día en el que las empresas que hoy se reconocen como más avanzadas en el tema hablan sobre el empoderamiento femenino, su responsabilidad en cuanto a equidad e inclusión en los espacios laborales y cómo luchan para reducir la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres, sin embargo, el resto del año esta emoción y compromiso regresa a las políticas que se quedan impresas en un papel para cuando venga la próxima auditoría o busquemos una nueva certificación. Si tu trabajas en aquellas empresas que son la excepción este artículo no es para ti, pero si no es así por favor continua.
Empecemos por lo básico, ¿Qué es el 8M?
El 8M hoy es un día de lucha, de protesta, una fecha al año para visibilizar el panorama de violencia creciente por razones de género hacia las mujeres, como los feminicidios y resaltar la importancia del rol de las mujeres en la sociedad. Se conmemora la lucha y la muerte de las primeras mujeres trabajadoras que se manifestaron para pedir mejores condiciones laborales, su muerte no fue en vano, surgieron los primeros movimientos feministas, la primera legislación con cambios importantes en materia laboral, y nuestro derecho a votar.
Si te parecen motivos suficientes para dejar de celebrar y empezar a conmemorar, hagámoslo reconociendo que, aunque hemos avanzado, todavía nos quedan muchas cosas por cambiar, analicemos juntos: ¿Qué posición ocupan las mujeres actualmente en los espacios laborales? ¿Cuáles son las oportunidades de crecimiento laboral reales para nuestro género? ¿Qué hacen las empresas para transformar estos cambios en verdadera evolución?
¿Equidad de género?
Desde hace algunos años el discurso de la equidad ha ido en aumento, sin embargo, pareciera que las iniciativas de equidad de género en las organizaciones solo buscan incluir a un mayor número de mujeres en sus espacios, esta idea se queda corta y superficial en comparación con las necesidades y cambios que, a partir una perspectiva sistémica, deben implementarse desde las empresas.
Si reflexionamos un momento: En la organización donde trabajas ¿Cuántas mujeres ocupan puestos de liderazgo: coordinadoras, jefas de área, responsables de grandes equipos y directoras? ¿Cuántos obstáculos crees que enfrenta día con día una mujer para cumplir con sus tareas en su trabajo al mismo tiempo que su hogar, familia y vida social? ¿Las oportunidades son las mismas tanto para hombres como para mujeres?
Más que solo una critica a las organizaciones, es una invitación para realizar cambios estructurales que fomenten el bienestar para cada uno de sus miembros, reconociendo de antemano que cada uno, tiene necesidades diferentes y que para poder evolucionar necesitamos cuestionar constantemente si de verdad estamos haciendo lo necesario y lo mejor que podemos.
Temas como la brecha salarial, la poca representatividad de las mujeres en puestos de liderazgo, la falta de políticas flexibles para maternar e incluir a los padres en el proceso de crianza responsable, son parte de los problemas de equidad y desigualdades que no solo influyen, sino que se generan en el ámbito laboral, estos son puntos clave que hasta el día de hoy siguen en discusión y que deberían ser analizados con prioridad al definir el tipo de cultura que existe en tu empresa, principalmente si tienes compañeras mujeres y/o piensas seguir contratando mujeres para que laboren en tu empresa.
¿Qué quieren las mujeres?
Se han preguntado tantos autores a lo largo de la historia. Para empezar no solo queremos, sino que necesitamos espacios seguros y equitativos para trabajar, que nos permitan generar ingresos propios, solo así algunas pueden protegerse de sus agresores o mejor aún, ser esa una de cada tres mujeres que no ha sido violentada física o sexualmente, ese es el verdadero impacto de las decisiones que se toman en las empresas, cada decisión cuenta porque le cambia la vida a los individuos que laboran en ella, en este caso a las mujeres.
Por último, te dejamos algunas iniciativas que puedes hacer si quieres tomar acción:
- Comparte este artículo, abre conversación, genera reflexión acerca del tema, a propósito del 8M, pero también el resto del año.
- En la próxima encuesta de clima o medición que realices, incorpora un análisis con perspectiva de género en tu empresa.
- Establece metas claras para cerrar la brecha de género que detectes en tu empresa, aquí te dejamos las 5 prioritarias:
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- Establece políticas claras de igualdad salarial y cúmplelas
- Revisa tus procesos de reclutamiento, selección, contratación, promociones y ascensos con perspectiva de género
- Cero tolerancia en temas de violencia de género
- Implementa protocolos de detección y atención a víctimas de violencia y acoso
- Incluye temas de género en tu plan de capacitación dirigidas a hombres y mujeres
Si te gustaría profundizar en el tema o necesitas ayuda para generar tu estrategia, analizar y mejorar tus procesos, consulta a los expertos en evolución.